viernes, 1 de febrero de 2013

¿Quién pagara?
La actual crisis económica que vivimos en lo absoluto es de gratis, tampoco surge por obra y gracia del espíritu santo y mucho menos de conspiraciones galácticas de los mundos interplanetarios capitalistas que quieren acabar con esta fulana “revolución bonita”, es literalmente el reflejo de las medidas y decisiones que ha tomado el régimen a lo largo de sus 14 años de gobierno, siempre por supuesto habrá un amanecido que dirá que ahora comemos mas o que acaba de descubrir que desde el 98 a este año la población venezolana ¡aumento!, lamentablemente para estos dicharacheros de oficio la realidad diaria y palpable le tumban de cuajo sus sesudos análisis.
Acusa el régimen de acaparamiento como excusa para el desabastecimiento cíclico y constante de todos los productos de la dieta básica, recurre al manoseado expediente de la especulación y se escuda en anacrónicos y manipuladores operativos que tergiversan de manera brutal lo que realmente están dizque decomisando a los “hambreadores del pueblo”, cuando la verdad tiene su raíz en un gobierno que sistemáticamente ha acabado con todo vestigio de soberanía alimentaria al incentivar, liderar y ejercer la expropiación de todo terreno, fabrica, galpón o espacio plenamente productivo y convertirlos en adefesios abandonados después de realizar algún show mediático.
El caso de la carne es a todas luces esclarecedor, durante el año 2011 se importaron 1.160 millones de dólares que representaron el 35% del consumo nacional, y hasta octubre del 2012, no tenemos mas cifras oficiales, las importaciones se elevaron a 1.840 millones, saque usted su propia cuenta y vera que cada día mas que pasa somos mucho mas dependiente de la economía de puertos del actual gobierno, es mas, a la fecha de hoy tenemos un inventario de cabezas de ganado en el país de 12 millones, cuando de acuerdo a reglas internacionales, deberían existir una por cada habitante y si rondamos los 30 millones creo que ciertamente hay un significativo déficit, ¿o no?
Ahora cerremos los ojos por un momento, váyase mentalmente hasta las últimas veces que ha comprado harina e imagínese que la fábrica de la marca que tiene en sus manos fue expropiada, ¡capum!, desapareció todo el recuerdo y con eso, ese sabroso sabor de la arepa hecha con harina PAN, no hay de otra pana, sino fuera por la entereza de esos empresarios privados y por la enorme entrega de todo ese ejercito de trabajadores de ese conglomerado industrial, el desastre hubiese sido apoteosico.
¿Quien es el dueño de la mayor cadena de distribución y comercialización de alimentos en Venezuela?, peor, ¿quien es el principal y prácticamente único importador de todo incluyendo caraotas, aceite, arroz, reses; etc.?, pues nada mas y nada menos que el régimen socialista, quien de manera sistemática nos ha llevado al grado de convertirnos en una especie de correcaminos conformistas, decía una de las tantas personas que a diario hacen cola para comprar algún producto básico, que bueno la cosa no estaba tan mala, ella apenas llego a las 6am y ya a las 10am había logrado comprar, no mucho ciertamente, pero como dijo frente a la cámara: ¡que se le va a ser, peor es no tenerlo!
No son desgraciadamente concha de ajo lo que estamos viviendo, el nivel de aclimatación que ha hecho el régimen a la población es profundo, ha convencido a buena parte de sus según, buenas intenciones, tiene sometido al país a una impredecible situación política, social y económica que en algún momento pasara factura, insisten en colocar siempre sus intereses personales por encima de todo, aunque vendan todo lo contrario y por supuesto la gente se los crea.
Alguien pagara, sin lugar a dudas, todos esos desaguisados y la historia mundial siempre dice que son los pendejos.

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