viernes, 20 de noviembre de 2015

#Venezuela Todo se trata del futuro.

El cansancio, la impotencia, las náuseas y la rabia marcan los signos de los tiempos que vivimos, y no solo en Venezuela, en nuestro mundo globalizado, el terrorismo y la irracionalidad fanática nos revientan todos los sentidos humanos que aún nos quedan, calles llenas de sangre y dolor van dejando estos grupos que simplemente atacan el corazón de la propia humanidad, no existen ni excusas, ni ideologías que sustenten tamaña barbaridad, sencillamente buscan destruir los más básicos valores de la propia vida humana, lo demás son estrafalarios adornos que pretenden tratar de darle alguna justificación a sus monstruosos actos.
Por nuestra parte vivimos momentos cruciales que nos definirán lo que se nos puede venir como sociedad, durante más de 17 años un modelo arcaico, corrupto y con una profunda carga de resentimiento social, ha buscado separarnos como venezolanos, muy a pesar de hablar incasablemente de amor y paz, la realidad nada tiene que ver con lo que a los cuatro vientos y mediante el poderoso entramado de medios de comunicación oficial se intentan vendernos a todos, pocos logros tangibles pueden mostrar estos auto llamados socialista que nos gobiernan, la gran mayoría de las cosas que presentan como logros de su revolución, son apenas lo más mínimo que debieron haber hecho para la gigantesca cantidad de recursos que han manejado, no ha sido cualquier pendejaita los dólares que han ingresado todos estos años y sin embargo estamos frente a la peor y más honda crisis económica que hayamos tenido.
Ahora, a las puertas de un proceso electoral inédito, la gente en la calle siente en lo más recóndito de su corazón, el tic tac de un 6 de diciembre que ha trascendido su propio significado, los venezolanos, para bien o para mal, han convertido unas elecciones de asamblea nacional en una cita con su propio futuro, hastiados de un terrible presente que nos arruino de manera colectiva, buscan afanosamente una alternativa que comience a modificar el actual estado de cosas y es que años de estafa del proceso rojo, los han llevado a generar una irreversible decisión de cambio, que no culminara en lo absoluto este 6D, al contrario, es apenas el inicio de una nueva realidad en nuestro país.
La responsabilidad histórica de todos los principales actores políticos de lo que está por venir en apenas días es enorme, como lo dije en días recientes, el espejismo se terminó, ya el margen de maniobra está prácticamente agotado, lo que realmente está en juego no es un diputado más o uno menos, es definitivamente el tránsito hacia una nueva correlación política y por consiguiente el principio de nuevos poderes, por supuesto, de lado y lado siempre habrán quienes procuren pescar en rio revuelto, unos intentando proteger sus intereses por medio de la radicalización y la imposición de situaciones fuera del marco legal y otros maquillando y buscando cambiar todo para no cambiar nada, de imponerse alguno, será temporalmente, ninguno tendrán éxito a largo plazo, usando una frase del propio oficialismo: Venezuela cambio para siempre.
El sentimiento de cambio que hay hoy, recorre toda nuestra geografía, no existen diferencias sustanciales entre los diferentes sectores socio económicos, desde el venezolano más pobre hasta el que más tiene así lo manifiestan, es un movimiento telúrico que ciertamente va a dejar huellas profundas en el presente, quieren modificaciones reales, la mayoría entiende que no será mañana, pero tampoco están dispuestos a seguir con el cuento por mucho tiempo, la entrega de cheques en blanco está en desuso, la voluntad popular parece haber aprendido la lección y procura utilizar el poder de premiar o castigar de manera mucho más efectiva, así que estemos listos para transitar nuevos caminos.