Devaluando.

Tiene la juventud venezolana un inmenso reto por delante, luego de 14 años de un régimen que insiste en devolvernos a la era del trueque, frente a un mundo cada día más multipolar y globalizado, que recurre a las comunas como la mejor forma de organización social y que luego de 10 años de control de cambios no ha podido controlar ni la fuga de capitales, calculadas por la firma Barclays en más de 150 mil millones de dólares entre 2007 y 2012 con un promedio de 20 mil millones de dólares por año, es decir, tres veces más el promedio alcanzado durante los cinco años previos al control, ni a una inflación que registra un promedio anual de 20%, prácticamente la misma cifra de cuando no había regulación y en los últimos cinco años se ha situado en un promedio de 26,3%, el más alto de América Latina.

Fueron precisamente la supuesta lucha para defender nuestras reservas y controlar la inflación, lo que llevo al gobierno a instaurar un control de cambios que ya tiene la bicoca de 6 devaluaciones por el pecho, peor hoy en día para justificar la medida de este pasado “viernes rojo” tres flamante representante del ejecutivo nos lanzan estas tres perlas, primero el Vicepresidente nos apunta que "Hay suficientes elementos de prueba que dicen que hay agentes económicos que son los que lanzan ataques especuladores contra nuestra moneda, nuestro sistema cambiario. Son ataques criminales porque se meten con la estabilidad del país", luego el Canciller se va de filósofo y suelta que “Tenemos que dejar de pensar nuestra vida cotidiana tomando como parámetro el precio del dólar”, para finalmente escuchar al vice del área económica y productiva explayarse que con el ajuste cambiario “se fortalece aún más la base productiva de nuestro país” y aseveró que es falso que deban adaptarse los precios con la devaluación. Precisó que en Venezuela existen sectores dedicados a la especulación, e indicó que continuarán la batalla contra este flagelo. “Aquí hay una economía sana y que crece”.

En serio, que barbaros, a nuestros jóvenes les toca desentramar esta maraña de mentiras y medias verdades a las que nos tienen acostumbrados esta jerarquía que nos gobierna a como sea, lo dicho por el que parece llevar la batuta del país, se cae por su propio peso, porque el Estado es prácticamente la única fuente de divisas ya que el 97,6% de las exportaciones corren a cargo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), así que, ¿de donde puede provenir un ataque especulativo?, ahora eso de dejar de pensar en el dólar como cotidianidad, nos lleva a precisar que la dependencia en el petróleo crece al punto de que el barril provee 96 de cada 100 dólares que ingresan al país versus 80 el año previo al control, finalmente hay que ser un campeón del cinismo cuando se habla de “base productiva” después de haber expropiado y condenado a los verdaderos productores del campo a la ruina total, la inmensa mayoría de las tierras quitadas a sus legítimos dueños hoy son un triste espectáculo de ruina y desolación.

No se avizora vientos de rectificación por ningún lado del gobierno, al contrario cada vez parece ser más fuerte la tendencia de querer de una vez por todas derrumbar los pocos muros democráticos que quedan y darle un palo a la lámpara, no se acepta ninguna crítica, mucho menos se toman en serio alguna propuesta que provenga de los sectores diferentes al pensamiento oficial, se recurre a la burla y al desprecio en esta alocada carrera hacia victorias populares, que solo existen en su imaginaria fantasía de glorias y batallas épicas, mientras tanto y a pesar de toda la cacareada propaganda, de acuerdo a cifras oficiales del censo 2011, el 60% de los jóvenes venezolanos entre 19 y 26 años no acude a ningún centro educativo, cosas de revolución.