lunes, 4 de febrero de 2013

Venezuela, país subastado. (I)
Si algo ha hecho muy, pero muy bien el régimen que gobierna al país desde hace ya 14 años es venderse internacionalmente como una supuesta “revolución” en favor de los más pobres y oprimidos, la gigantesca campaña que ha costado millones de dólares les ha dado un resultado espectacular, claro aquí es necesario diferenciar a los dos grandes grupos que manifiestan decididamente ese apoyo, en primer término están los trasnochados de siempre, aquellos que de manera recurrente buscan algún liderazgo populista con ciertas características que les recuerde los tiempos de gloria de la era Soviética, aquí encontramos especies variopintas que van desde los chulos que les encanta, previo cheque, participar en cuanto foro, asamblea o congreso ha organizado el Estado venezolano con todos los gastos pagos, pasando por una fauna de camaleones que han recorrido todo el abecedario político hasta movimientos armados que se fueron perdiendo en el tiempo y hoy fundamentalmente devienen en bandas que nada tiene que ver con la redención de los pueblos a quien dicen defender.
El segundo es peor, está conformado por esa maraña de países para quienes cada día es más que evidente cuáles son sus verdaderos principios, no importa la instancia, bien sea regional o mundial, la vieja historia del capitalismo se impone por encima de la retórica de algunos que intentan desgarrarse las vestiduras pero que por detrás lo único que vale son los negocios que les representa “la chequera que camina”, otros más pragmáticos lo asumen sin pudor y hacen fila para recibir la parte que les corresponde del festín, sin embargo, para mí los peores son aquellos que van por ahí con su cara muy fresca dándonos lecciones de moral, dictando instrucciones de que es lo que debemos o no hacer los venezolanos, hablando en nombre de quien sabe quién para criticar a los que no comulgamos con el gobierno, son quienes quieren erigirse como los albaceas de nuestro futuro, nadie les ha dado ese papel pero ellos parecen insistir a como dé lugar, que equivocados están, podrán eventualmente manejarse frente a este gobierno usurpador pero más temprano que tarde se les acabara su cuarto de hora.
De manera que estamos los venezolanos frente a un realidad en extremo difícil, superar nuestras propias diferencias para poder afrontar una situación con éxito no es tarea fácil, los intereses económicos internacionales se imponen frente a alguna diferencia política, es notorio como países aparentemente con posiciones encontradas a la hora de la verdad coinciden abiertamente, es la realpolitik de nuestra era y es necesario asumirla para poder ver en su justo contexto como Venezuela es un país en plena subasta.
Los acuerdos que se han firmado en diversas materias con países como Irán, Cuba, Bielorrusia, China, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Brasil y un largo etcétera han estado signados por el secretismo y sospechamos en muchos casos por la inconstitucionalidad, nunca como ahora le hemos entregado en bandeja de oro nuestros recursos a potencias extranjeras, unos bajo el tema de la solidaridad de los pueblos, otros en nombre de la bendita integración Latinoamericana y los últimos en una fulana transferencia tecnológica que solo ellos sabrán a que se refieren, pueden desde el gobierno vociferar canticos revolucionarios pero lo cierto es que cada día entregamos más y más nuestro futuro a otros.
Pero vamos con los casos concretos: “En los últimos años hemos constatado el desdén y el ultraje profesional cometidos desde el Ministerio de Petróleo y Minería, cuando se han entregado nuestros datos a instituciones y empresas de iraníes, rusas, cubanas y ahora este convenio ominoso con la empresa china Citic Group”, palabras de la geóloga petrolera Francia Gálea en referencia al “mapeo minero” que fue acordado en febrero y firmado en septiembre del pasado año y que mantiene a unos 352 ingenieros chinos en nuestro territorio levantando un inventario de nuestras reservas, como dijo la geóloga no es el primero pero si el más ambicioso, abarca la totalidad del país y comprende todos los minerales, en otras palabras otra nación se encarga de explorar nuestra propia tierra, en nuestra propias narices y para colmo debemos pagarle por hacernos tan enorme favor.
“La cartografía geológica es un área muy importante desde el punto de vista del Estado. Es un acto de soberanía porque es nuestro territorio. Un gobierno que quiere progreso desarrolla una cartografía general amplia”. Palabras del ingeniero geólogo de la UCV Jean Pasquali, que sirven para ilustrar gráficamente esta primera entrega soberana.

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