viernes, 29 de abril de 2016

¿Parampampan?

No hay sitio, lugar o parte de Venezuela donde la historia sea diferente, quienes recorremos desde temprano nuestras ciudades, vemos como ya en la madrugada las colas para ver que se consigue son kilométricas y el ambiente extremadamente pesado, escuchamos más que conversaciones, una especie de “rabia vocal” donde se mezcla el hastió, la incertidumbre y un desaliento que va tomando esa peligrosa forma, de no tener esperanzas que esto cambie.
Ayer sin embargo, vimos algo totalmente diferente, gran cantidad de gente se activó casi mejor que los bachaqueros y corrió como pólvora la voz de que ya estaban las planillas para firmar por el revocatorio, no hubo sitio físico en nuestro territorio donde la gente no preguntara para firmar, las redes hirvieron también de información, fue como una pequeña válvula de escape para intentar drenar tanto coraje que llevamos por dentro, por un momento la desesperanza perdió este inning del juego y se sintió otro color.
El diagnostico ya no es el tema, más allá de los análisis, opiniones y estudios, la realidad simplemente está ahí, te montas en el micro que para el Silencio, o plaza de toros o para Rancho Grande y el calor arreciado por las lluvias, da paso a la manifestación tremendamente mayoritaria que esto ¡Ya no se aguanta más! La dureza del no hay comida, ni medicinas, ni luz, ni agua, ni repuestos, ni cauchos, ni real ya está llena, a pesar de cada día se le suman otros no hay, la gente sencillamente continua aguantándolo quien sabe hasta dónde.
El gobierno por su parte insiste en el mismo ritornelo, no se sabe otra canción, parece decidido a procurar una especie de suicidio fragmentado y arrastrarnos a todos en ese camino, nadie, y lo repito, nadie del régimen da muestra de algún tipo de cordura, al contrario todas y cada una de las actuaciones de cualquiera de las instituciones, gobernaciones o alcaldías que dominan, apuntan hacia profundizar la crisis y al mismo tiempo, cerrar cualquier tipo de salida Constitucional a este desastre, dan la impresión de estar dispuestos a jugarse una apuesta de todo o nada, como dijo uno de ellos “Chávez era el muro de contención de nuestras ideas locas”
Mientras tanto la alternativa democrática, a pesar de ciertamente haber logrado victorias y pasos importantes, continua inmersa en su propio “Juego de Tronos”, es como dice el viejo refrán venezolano: juntos pero no revueltos, fueron incapaces de ponerse de acuerdo para activar rápidamente una vía luego del 6D, de manera de ganar tiempo y procurar dar contundente repuesta a esta brutal crisis, es solo 4 meses después, que salomónicamente aprueban en su descuerdo, que supuestamente todos los caminos deberían conducir a Roma, adicionalmente ya a esta altura hay unas 80 precandidaturas para regionales elecciones y un número mayor para unas elecciones locales programadas para el 2017, las ambiciones y agendas personales van ganando la partida, solo se permanece “unidos” porque todos saben que individualmente ninguno jode a nadie, así de sencillo.
Falta sentido de grandeza, Venezuela requiere hoy más que nunca de verdaderos ciudadanos dispuestos a entregarse a la dura tarea de reconstruir este asolado país, no merecen esos millones de venezolanos esperanzados hoy, que se le siga mintiendo y tratando como pendejos, nada se resuelve con un cambio de gobierno, se necesita profundas decisiones que conduzcan hacia vías de reconciliación y establecimiento de un moderno y nuevo pacto social, el futuro puede ser mejor, en la medida que hagamos un presente con la mente puesta en la patria. Ya basta de populismos y parches para dar giros de 360 grados, cambiar todo para no cambiar nada, vamos a avanzar hacia la construcción de una Asamblea Constituyente, que desde abajo, inicie la real y profunda transformación que se requiere.

miércoles, 6 de abril de 2016

#Venezuela "Un país inviable"

Nada es suficiente para la revolución venezolana, fueron avanzando sin prisa pero sin pausa, hasta convertirnos en un Estado Forajido, destruyeron el poco o mucho entramado social que existía en Venezuela, arrasaron con la institucionalidad y convirtieron a los entes del Estado en simples apéndices de los designios que dictaba su bendito proceso, en nombre de un manoseado poder popular, fueron cercando a toda la sociedad, hasta convertirla en grupo de individuos rabiosos, pero profundamente aterrorizados por el poder.
Siguieron adelante y lograron llevarnos hacia la consolidación de un Estado Fallido, donde somos verdaderos campeones de la corrupción y la criminalidad, acompañados de una espeluznante degradación social, moral y económica jamás vista en nuestro país, donde el monopolio en el uso legítimo de la fuerza, ha dado paso a una completa fragmentación de un Estado incapaz de garantizar la seguridad de sus habitantes, mucho menos suministrar los más elementales servicios básicos.
Ahora la encrucijada nacional parece habernos conseguido estacionados en una pavorosa parálisis de soluciones, desde el régimen solo vemos palabras y actuaciones repetitivas y trasnochadas para salir de la crisis, no solo se ha perdido el sentido común, sino que definitivamente se ha instaurado en los más altos jerarcas del oficialismo, la convicción de practicarnos el Harakiri a todos los venezolanos como alternativa, la penosa y visible ruina colectiva no tiene ningún efecto entre quienes hasta ahora parecen gobernar, se consolida el convencimiento que si caigo, me llevare conmigo a todo el país, ya no les importa un carajo nada, hoy más que nunca su machacado y difusamente divulgado amor por la patria, suena más hueco y vacío que nunca, es que sencillamente ninguna vez fue sincero tamaña mentira.
Ah, pero del otro lado de la acera la cosa tampoco pinta bien, la manida unidad ha quedado para las fotos, algunas, y dentro de los predios de los locales donde se hacen reuniones de juntos pero no revueltos, el campeonato de egos y agendas personales marcan la pauta, una buena cantidad de diputados ya andan en campañas para gobernadores y alcaldes, ¡Barbaros!, no hay respeto por los más de 7 millones de venezolanos que les dieron un mandato claro y contundente: los elegimos para que buscaran soluciones, exploraran diálogos y procuraran alternativas reales, honestas y sinceras. Nada de eso se ha hecho, inmersos en sus propias aspiraciones cada quien procura estar de primero en hasta ahora no sé qué cosa, se ha perdido hasta la gallardía de la verdad.
Estemos claros, bajo este modelo, con estas instituciones y dentro de estos parámetros somos un país inviable, aquí no se trata de revocar, enmendar o que renuncie un Presidente y que por arte de magia se solucionen las cosas, ni siquiera seria el comienzo, nadie podrá hacer mucho, preso dentro de unas fuerzas armadas corrompidas hasta los tuétanos, con unos poderes dispuestos a joder hasta el final y varios socios cooperantes disfrazados de demócratas ayudando en la fiesta, insistir en vender lo anterior porque supuestamente es ¡¿más rápido!?, es una histórica irresponsabilidad, que de darse, pagaremos todos juntos, la inestabilidad se profundizara y tendremos que pasar duros años intentando sobrevivir a esto.
Lo ratifico, por si quedo alguna duda en mi anterior artículo, la situación actual amerita desprendimientos en serio, no selfies ni poses de estudio, los tiempos por venir van a ser indudablemente duros y para poder afrontarlos con éxito y tener la convicción de que los sacrificios valdrán la pena, se requiere de activar un poder Constituyente que nos retome al sendero de la democracia y la libertad, pero que a su vez, genere la esperanza real y palpable, de que podremos construir un país viable, donde podamos desarrollarnos como seres humanos, tener una adecuada calidad de vida y convertirnos en algún momento, de habitantes de una tierra, a ciudadanos de un país.