jueves, 22 de diciembre de 2011

Mis artículos en Notitarde.

A ti
Pasado mañana estaremos viviendo una de las tradiciones más enraizadas en nuestra cultura como nación, representa la Navidad uno de los momentos más importantes del año, y donde son incontables los buenos deseos que por borbotones van surgiendo de muchos corazones, queremos en esos instantes tener algo de felicidad y dicha que nos permita olvidar un poco las amarguras vividas, unos disfrutaran de suficientes cosas materiales para celebrar y embriagarse, otros tendrán que conformarse con lo poco que pueden tener y muchos simplemente verán cómo pasan las horas dentro de sus carencias y angustias, cada uno asume, en definitiva, el día de acuerdo a sus propias creencias y realidades, sin embargo todos sin excepción buscaran muy dentro de sí una luz que les permita pensar que puede existir un futuro mejor para ellos y los suyos, es la esperanza de un porvenir diferente lo que alimenta realmente al espíritu, lo que nos da la suficiente fuerza para tratar de sobrellevar cualquier situación y soñar que si se puede tener un mañana pleno y lleno de cosas buenas.
Vivimos tiempos difíciles, quien lo niegue debe vivir en una burbuja de cristal y no asomarse nunca a la ventana de la realidad, siempre, ciertamente, habrán quienes en apariencia todo lo tienen y para ellos es mucho más fácil llevar la situación, la gran mayoría por el contrario vivimos en una constante lucha del día, tratando que no ser alcanzados por las balas asesinas de un sistema de gobierno que hace años perdió la batalla contra los delincuentes, peleando a brazo partido por lograr alimentar a los hijos lo mejor que se pueda y con lo que se consiga, rogándole a Dios que no se nos enferme alguno de los tripones y tener el vía crucis de penar de hospital en hospital, buscando dentro del núcleo familiar la posibilidad de unir pujanza para tratar todos juntos de salir hacia delante, es la capacidad de recobrarnos de las caídas lo que aun nos mantiene de pie y con impulso para seguir en la pelea.
Hoy, seguimos creyendo, construyendo una alternativa que nos permita a todos poder imaginarnos una tierra mágica, llena de oportunidades y posibilidades para todos por igual, donde el único carnet que importe sea el de nuestra propia capacidad y disposición al trabajo, repleto de gente joven seguros de su futuro mientras estudian o trabajan sin temor que los maten sin ton ni son, de madres tranquilas por la seguridad del regreso sanos y salvos de sus seres queridos, de padres confiados en labor de sus manos recompensada con salarios dignos y gratificantes, de comunidades comprometidas con la solución de sus problemas sin tener que pasar por alcabalas partidistas o de funcionarios corruptos, de un país que se erige sobre sus propias dificultades y se prepara para asumir el mayor reto de su historia moderna.
La mejor Venezuela requiere de nuestros mejores deseos, pero también de la convicción y la labor de millones de compatriotas dispuestos a darse una real oportunidad de cambiar su propia historia, de tomar en sus manos su destino, de no permitir que nunca más jueguen con sus anhelos, de procurar ser respetados mediante el respeto hacia ellos mismos, de poner en orden su casa para avanzar hacia delante con paso firme y sereno, somos los únicos dueños de nuestro destino. Feliz Navidad.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Mis articulos en Notitarde.

Dos caras, una moneda.
Los conocedores del arte de la política han manifestado insistentemente que es un error mencionar de manera directa la responsabilidad que tiene el Presidente en el fracaso de muchas de las obras y proyectos del gobierno, como por ejemplo el déficit de viviendas, la creciente y dantesca inseguridad o la crisis de eléctrica, aducen los gurúes que todavía existe una gran cantidad de compatriotas que eximen al líder máximo de cualquier compromiso con la larga lista de promesas incumplidas y que en el peor de los casos sus ministros, gobernadores o alcaldes afectos lo engañan o no hacen su trabajo como debe ser. A riesgo de nadar contra la corriente y como típico hablador de pendejadas, me arriesgare a señalar como un hecho sin vuelta atrás que no es posible que luego de trece años al frente de los destinos del país, de controlar todos, repito todos y cada uno de los poderes públicos, de haber manejado el caudal de real más grande de nuestra historia, de cambiar cada vez que le plazca funcionarios de aquí para allá, de haber inventado docenas de planes absurdos y venáticos donde se gastaron miles y miles de millones de bolívares, de disponer de los recursos del Estado como si fuera una especie de caja chica personal, de firmar acuerdos internacionales que nadie sabe a ciencia cierta lo que dicen y de regalar a manos llenas nuestros recursos para comprar conciencias extranjeras es inadecuado señalarlo como responsable mayor de todos estos desaguisados, no jile, a otro perro con ese hueso.
Es común ver como se le desgrana el pecho hablando de los logros sociales, económicos o de paz ciudadana, sin embargo, la realidad, esa que a muchos disgusta y prefieren voltear hacia otro lado para no verla golpea certeramente donde duele, el presupuesto nacional del próximo año es una muestra tangible, confirmable e irrefutable del doble discurso presidencial, mientras se aumenta en más del 82% el gasto destinado a equipos y armamento para la defensa nacional, al pasar de 7.417 millones este año a la bicoca de 17.106 millones en el 2012, la seguridad interna y el orden publico apenas alcanza 3.062 millones, es decir, destinamos 5,5 veces más a comprar tanques, aviones o helicópteros de guerra que a procurar tener unas policías suficientemente equipadas para enfrentar al hampa que nos asesina día tras día con total impunidad, es como si se tratara de un nación que estuviese inmersa en una confrontación armada y fuese necesario que lo proyectado de gastos ordinarios de este despacho represente 114 veces el presupuesto del Ministerio para los pueblos indígenas; 54 el de la Mujer y la igualdad de género; 32 el de deporte; 18 el de cultura; 134 el de turismo. Asimismo, multiplica por 14 la partida del servicio penitenciario; por 12 la del Ministerio Público y por 147 el de la Defensoría del Pueblo.
Algunos califican este presupuesto de deficitario, discrecional y opaco, yo agregaría: fraudulento y castrador de las regiones al estimar el precio del barril de petróleo muy por debajo de las más conservadoras estimaciones, además de inventarse conceptos sobre lo que son los ingresos ordinarios y así dar un nuevo zarpazo a los Estados en el plan de acabar de una vez por todas con el proceso de descentralización y así erigir el poder de uno solo por encima de todo.