#Venezuela país demolido.

La demolición no sera televisada.

Eduardo Sánchez

El título, ¿les parece tremendista?, digo no, 25 mil muertes en 2013, más de 5 mil hasta esta fecha y en líneas generales las cosas se sienten como normales; bueno, siendo justos, una buena parte se preocupa y se ocupa, los demás durmiendo el sueño de los justos.

Pendientes, es muy fácil decirlo y escribirlo, que desde enero de 2013 van 30 mil víctimas a manos del hampa, por más que intento, no puedo imaginarme lo que han tenido que vivir y pasar la familia y amigos de esos números, que no solo tenían nombres y apellidos, también sueños, amores, hijos, padres, madres.

Nos desangramos todos los días, y unos solo piensan en el sol, para el fin de playita y arenita.

Parece, no, vivimos dentro de una gigantesca cárcel de 916.445 Km2, gobernados por "pranes" que intentan controlar cada uno los 24 pabellones, manejar con segundos y terceros los 335 módulos para que nadie se salga del camino impuesto, tratando de asegurar la bóveda con sus luceros y gariteros, procurando con sus contadores tener a bien resguardo el botín y usando de vez en cuando a los dialogadores, cuando el agua suba encima del cuello y sea necesario un taima para conseguir oxígeno.

Pero hay más, o ¿tú no sientes que esta crisis está demoliendo todo a su paso?

¿Conseguiste pollo, leche, harina, mantequilla; etc., la semana pasada?, si es así me alegro por ti, aunque solo tú sabes cuántas horas de colas hiciste, peor, en lo más interno, la rabia se apoderó de ti varias veces, al comprobar que ni con el aumento te alcanzaron las cuatro lochas que cobras, pero tenemos patria, ¿no?

Sí, camaradas, el bendito socialismo del siglo XXI es un gigantesco fiasco, un caballo de Troya cubano que no nos garantiza ni comida ni vida.

¿No viste los misiles rusos que compraron?, y ¿los tanques?, ¿los Sukhoi-30 Mk2?, a mí me gustaron los bombarderos Tu-160, y no me los imagino llenos hasta los tequeteques de medicinas y no armas.

¡Ah!, pero entonces se traen cientos de tanquetas chinas, lacrimógenas brasileñas, españolas y rusas, equipos robop cob, gas pimienta sin sal, metras, balas, balines, escopetas, tiro al blanco, manoplas, fuego al cañón, se preparan y ¡plomo al hampa!

¡Coño, me equivoqué!, no era contra el hampa, era contra los estudiantes, esos carajitos armados con su rebeldía, con su desparpajo, con su insolencia frente al poder y con esa férrea voluntad de querer vivir en un país libre, de oportunidades, donde la gente pueda soñar con tener una calidad de vida cada día mejor, donde la paz que se le ofrezca no sea la de los sepulcros, donde tú, yo, él y nosotros nos descubramos, nos entendamos y nos respetemos.

Lamentablemente las señales del gobierno son cada vez más violencia, cada vez más yo y más nadie, cada vez más totalitarias, cada vez más represión y muerte, cada vez más cierran las puertas hacia acuerdos reales, tangibles y necesarios.

Apagan la luz.

A la menor muestra de un pírrico avance, aparece uno de los trogloditas mayores y coloca una bomba que despedaza todo, prefieren ellos recoger lo que quede, claro, para ellos es muy fácil, rodeados de sus escoltas, protegidos en sus bunkers privados poco les importa lo que pase en la calle.

Han demolido las fábricas, el campo, a las empresas básicas de Guayana, al Gurí, a Planta Centro, a las instituciones, a la escuela, a la universidad, lo han demolido todo, con precisión suiza nos devolvieron al siglo 19, a las montoneras, a las divisiones, a tener un país rico lleno de gente pobre y casi logran demoler nuestro espíritu.

Ciertamente han conseguido en los sectores más pobres imponer con sus misiones el conformismo, pero la gente se les cansó aquí también, por eso manipulan y buscan controlar con el terror y el miedo.

Porque a esto, así de clarito, ya se le acabó su tiempo.