miércoles, 28 de abril de 2010

Amenazas en Venezuela.

Jugando con fuego.

¿Es definitivamente el ser humano el único animal condenado a tropezar con la misma piedra?, ¿Estamos históricamente predestinados a repetir nuestros mismos errores permanentemente?, ¿Seremos siempre los Venezolanos habitantes de un espacio de terreno en lugar de ciudadanos plenos de derechos y deberes? Les confieso que no tengo ninguna respuesta que me satisfaga para las interrogantes con las que empiezo esta conversación con ustedes, en lo absoluto es mi intención adentrarme en una discusión filosófica del ser y mucho menos salir de erudito y clavar un dictamen final sobre temas tan espinosos, muy por el contrario mis intenciones son mucho mas terrenales, inclusive creo que pueden pecar de rusticas y demasiados básicas para los gustos de algunos, pero como ya me metí en esta camisa de once varas, no me queda otra que arrear hasta donde pueda llevarme esto.
Viví mi sarampión de juventud y frente a tanta injusticia los sueños de igualdad y libertad forjaron el carácter de los años mozos, llegue tarde al pleno desarrollo de las revoluciones en el mundo y particularmente en America Latina donde los experimentos socialistas en poco tiempo ya descubrían sus verdades reales y se desnudaban en todas sus miserias como lo que eran, gigantescos fraudes a las esperanzas de muchos en una sociedad de hombres nuevos que terminaron convertidos en regimenes de terror y persecución, pasando de la “explotación capitalista” hacia las “libretas de racionamiento” de la planificación de los Soviets Supremos de cada estado.
En nuestro país esta mala historieta de cómics revolucionario cada día se aleja mas de lo que ellos presentan como la realidad venezolana, en una millonaria y fastuosa campaña mediática, interna y externa, que no conoce de limites en gastos y recursos, y muy por el contrario vemos como por ejemplo en las calles de Caracas y el resto del país día a día deambulan cientos y cientos de niños sin hogar para quienes la oferta hecha hace 11 años de acabar con los niños de la calle y convertirlos en niños de la patria, o como el mismo prometió de cambiarse el nombre si al final de su primer año de gobierno no lo había solucionado, solo fue otra mentira mas, o las miles de familias que hicieron impresionantes colas de hasta cuatro y cincos días para inscribirse hace dos años en la misión hábitat y hasta ahora lo único que han conseguido es un papel que nada vale y que decir del arrase de las pocas tierras productivas que teníamos para convertirlas en fundos zamoranos o florentinos cuyos resultados solo pueden verse en los barcos que todos los días llegan a Puerto Cabello cargados de ganado y alimentos para garantizar “la soberanía alimentaria”, definitivamente muy pocos éxitos que exhibir tiene el régimen y por eso pasa ahora a actuar como lo esta haciendo.
Provocaciones de todo tipo y radicalización de este proceso es lo que hace rato se efectúa por parte de todos los organismos del estado, detención de dirigentes políticos, cerco policial a los pocos medios independientes, trapos rojos de distracción de guerras ficticias y magnicidios forjados, amenazas directas al derecho de propiedad individual de cada quien, insistente presentación del verde oliva en cada interminable cadena televisiva, ya no solo expropiación de galpones, terrenos, inventarios, maquinas o equipos a grandes empresas, ahora detención en fuertes militares a carniceros y luego a cualquiera que le sirva al régimen para usarlo como chivo expiatorio y culparlo del desabastecimiento de alimentos, del racionamiento de electricidad, de la falta de agua y de cuanta cosa puedan usar para tapar el monumental fracaso del gobierno.
Al final nos están sometiendo al macabro juego de buscar nuestra más básica respuesta, que nos salgamos de la ruta electoral y le demos una patada a la mesa, tratan en su desespero de ponernos contra a pared y les demos las excusas que esperan para romper de una vez por todas la fachada democrática que les queda, les juro que a veces provoca, no es fácil aguantar estoicamente a un abusador interminable que tiene hasta la desfachatez de amenazarte si acudes a algún tribunal, como sino los controlaran ellos, a tratar de ejercer tus derechos consagrados en la Constitución, no pretendo tener la razón y mucho menos decir lo que debemos hacer, tan solo me expreso en voz alta y luego de revisar la historia de las sociedades que prefirieron irse por la ruta corta y cuyos resultados fue una espiral de violencia y guerra entre hermanos, que aun hoy en día los mantiene profundamente divididos y con heridas muy difíciles de curar, yo particularmente me quedo en la legalidad, en la democracia, en las instituciones, con todo lo largo que pueda ser y con todo lo empedrado del camino, quiero para mis hijos y mis nietos una patria conciliada y justa a la vez.

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