jueves, 27 de marzo de 2014

La brutal devaluacion en #Venezuela

Réquiem en bolívar menor.
El grave problema de la gran mayoría de los economistas es que al final uno no sabe si el camino correcto era el derecho o era el izquierdo, o si era todo lo contrario, incluso en ocasiones sentimos que al término de las cosas, pareciera que los verdaderos culpables somos los mortales comunes y no los que llevan la batuta de las políticas económicas, pareciera que intencionalmente se busca enredarnos en una madeja de cifras, citas y leyes pontificadas para poder de alguna manera justificar las medidas, normalmente duras, que se han de tomar, el propio síntoma de Estocolmo, pero desde el punto de vista de los reales secuestrados.
Aquí, surgen irremediablemente impertinentes preguntas: ¿A falta de algún organismo macabro como el FMI, a quién se culpará? ¿A los supuestos generales aviadores, supuestamente incursos en un supuesto y larguísimo golpe de Estado?, o como lo ha repetido hasta la saciedad el zar de Pdvsa, como si de un boxeador se tratara, al referirse a su más enconado contrincante: Derrotaremos para y por siempre al negrísimo mercado paralelo, he dicho.
Bueno, yo particularmente no creo en ninguna de las anteriores, más bien siento que nuestro problema es mucho más sencillo y en lo más mínimo difícil tratar de explicar, son nada más y nada menos que 15 años de experimentos nefastos que nos han colocado frente a la más brutal devaluación que hayamos visto en toda nuestra historia, ¿que si era necesario tomar la medida para intentar remendar el capote?, perfecto, pero y ¿quién nos trajo hasta aquí?, peor aun, ¿cambiarán las cosas luego de esta maxidevaluación?, por lo demostrado hasta ahora por este régimen, eso no va a suceder y seguiremos cavando el hueco de una dramática crisis económica y social.
Recordar la historia pasada y reciente es fundamental para colocar las cuestiones en contexto, este gobierno en todos y cada uno de los informes realizados por firmas reconocidas a nivel mundial, lo colocan como uno de los más corruptos del mundo, donde hacer negocios limpios es casi imposible, que ostenta varias medallas de oro por su inmensa incapacidad de sacar adelante una pequeña economía, a pesar de los incontables recursos financieros que ha manejado y que el año pasado se llevó la cúspide más alta con una inflación de casi 60% al año, así que si hubiese alguna buena intención, lamentablemente los hechos han hablado en más de una ocasión claro y fuerte, derrotando a optimistas, pesimistas y alternativos con la sencilla realidad de estar dentro de un laberinto de crisis por un modelo fracasado.
El peso exacto lo obtenemos luego de revisar los datos: el 50% de las importaciones se efectuarán este año a 6,30 bolívares por dólar, a través del Sicad I, que se ubicará entre 12 y 15 bolívares por dólar, se hará al menos 10% de las importaciones, mientras que mediante el dólar Sicad II, el cual ya ha traspasado los 55, con un promedio de 52, se manejarán al menos otro 30% de las compras en el exterior; finalmente, el mercado no oficial, el que no existe, quedará para hacer otro 10% de adquisiciones, en otras palabras, un nada despreciable 40% estará por los 60 y pico largo.
Nada bueno se nos coloca en el horizonte, para poder ciertamente comenzar a salir de esta recurrente crisis se requiere mucho más de lo que hasta ahora ha mostrado este gobierno, como lo he dicho en ocasiones pasadas, el problema no es la pertinencia de ciertas medidas, el quid es que jamás en el tiempo que nos han gobernado, este régimen ha escuchado y ha rectificado las cosas de fondo, a lo sumo un pequeño maquillaje mientras pasa el temporal, aquí nuevamente los pagapeos de siempre van a ser los más afectados, pero ojo, por la magnitud, los daños van a llegar a todos cada vez que nos paremos frente a la caja.

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