jueves, 12 de agosto de 2010

El Silbon.

El Silbon y Florentino.

El venezolano, y sobre todo el llanero, siempre ha sentido un particular gusto por los cuentos de aparecidos y fantasmas de todo tipo, es muy rico nuestro folklore nacional de esos típicos relatos de nuestros abuelos en tiempos donde se bañaban con totuma y la mayoría de nuestros caminos eran rutas polvorientas y desoladas, cuyo transitar por las noches solo lo hacían los mas osados o parranderos en busca de distracciones, la electricidad apenas era conocida por algunos y tan solo fue a finales del siglo XIX que Venezuela entro a la era eléctrica, de las manos de empresarios privados que adquirieron unas pocas maquinas a vapor y gas esparcidas fundamentalmente por las ciudades mas importantes, de esas fue Valencia en 1889 la primera con alumbrado publico por disposición del Presidente Provisional General Hermógenes López, apenas en 1935 once poblaciones Venezolanas contaban con servicio eléctrico y es hasta la creación del la Corporación Venezolana de Fomento en 1947 cuando realmente comienzan a realizarse planes e inversiones para darle luz a todo el territorio nacional.
Siempre he pensado que es bien importante conocer la historia para poder revisarnos y no cometer los errores del pasado, hoy vivimos en un país que recibe año tras años recursos financieros, fruto de las inmensas riquezas naturales petroleras, muy superiores a muchos de nuestros hermanos latinoamericanos, sin embargo, el bienestar de la población no marcha en la misma línea de los ingresos, se ha producido un grave hueco por donde se nos esta, literalmente, desapareciendo nuestras posibilidades de garantizar una vida decente para todos, ya es común escuchar con resignación que la luz o el agua brillaron por su ausencia por horas y hasta días, como fue el caso reciente de Ocumare de la Costa, cuyos habitantes estuvieron 72 larguísimas horas sin el fluido eléctrico, imagínense por un momento el drama vivido por estos compatriotas que en lo absoluto es ajeno a cualquiera de nuestras ciudades, lo peor es que nadie da explicaciones y a lo sumo simplemente inventan alguna barbaridad para tratar de explicar lo que hace mucho tiempo requiere de verdaderas soluciones y menos paja loca.
La historia reciente de Planta Centro es honestamente una comiquita de varios actos descritos así: hoy entraron en servicio la unidad 1 y 3, mañana están fuera, el jueves se incendio la 4, el sábado volvieron a entrar, el domingo se fueron otra vez y el lunes las quemo la iguana, no vale, hasta cuando se sigue jugando con la gente, hace falta seriedad para poder buscarle fin a esta tragicomedia eléctrica, porque ya no es el Silbon ni la Sayona de nuestros abuelos que les daban unos buenos palos a los mujeriegos, ahora es un hampa desbordada que se ampara en la impunidad y la oscuridad para asesinar a mansalva a cualquiera de nosotros.
Fue en 1891 que se creo la electricidad de Puerto Cabello, desde ese entonces es mucho lo que esta noble ciudad ha dado al país, junto con su puerto el principal de Venezuela, Planta Centro llego suministrar electricidad a 8 Estados y hoy no es posible ver que la desidia, negligencia y corrupción la han convertido en amasijo de motores inservibles, incapaces de generar luz al Puerto y a Morón.

Publicado en el diario Notitarde la Costa el jueves 12/08/2010.

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