Pistoladas de siempre.

El divorcio del régimen con el sentir de la calle es definitivo, por más que se empeñen en presentarse en sus interminables cadenas rodeados de supuestas masas agradecidas con el proceso, la realidad es que no pasan de ser show mediáticos tomados al mejor estilo de una película gringa: puro efectos y maquillaje, llegados ya al año 15 de gobierno los problemas de todos, en lugar de haberse solucionado o por lo menos aliviado, han ido agravándose de una manera por demás dramática, nadie, repito nadie en su más interno yo, puede dejar de reconocer la grave situación política, social, económica y moral que atravesamos, lo más delicado del asunto son las respuestas absurdas y poco creativas de los funcionarios oficiales, no importa para nada el rango de estos burócratas, todos repiten como disco rayado el discurso de echarle la culpa de todo a los más increíbles responsables, desde la infaltable derecha golpista, pasando por los apátridas empresarios hasta llegar a la ridiculez máxima de las docenas de intentos de magnicidio por parte de los espías de misión imposible transformados en actores, albañiles, contadores públicos e inclusive amas de casa con un arsenal bélico escondido dentro de sus casas, no tiene limite el grado de cinismo e ineptitud de este, el peor gobierno por siglos que hayamos tenido en Venezuela.

Claro, evidentemente tienen el poder total de cada una de las instituciones del Estado, y por supuesto lo usan a real saber y entender, lamentablemente siempre para esconder el bulto y para seguir en esta criminal carrera hasta la incertidumbre y lo desconocido, basta revisar cualquier sesión de la Asamblea Nacional para ver en su justo valor los esfuerzos de los diputados rojos por distraernos de los hechos cotidianos, verificables y que ciertamente nos afectan de manera directa como la devaluación, la inflación, desabastecimiento, la corrupción, el hecho irregular con el avión de Air France con más de una tonelada de droga y que la ex presidenta de la Conacuid, Mildred Camero dijera “lo más grave es que toda la operación se hizo sin la autorización de un juez venezolano. Algo parecido a lo que sucedió con la DEA en 2005, pero tenían que hacerlo así. El mundo entero sabe que los militares venezolanos están traficando drogas”, graves acusaciones.

El laberinto a donde nos han llevado estos seudo revolucionarios no puede tener un final tranquilo, quien siembra odios no puede más que cosechar tempestades y ojo que no estoy hablando de conspiraciones, mucho menos de golpes, que por cierto los que detentan el poder y el monopolio de las armas son los únicos en tener esa capacidad, me refiero a los inequívocos rasgos de agotamiento mayoritario de los venezolanos ante tantos desaguisados, la gente en la calle parece estar en una constante rabieta y es que desde antes de salir de tu casa ya llevas consigo una pesada carga de molestia, bien sea por haber sufrido un nuevo apagón, una nueva falta de agua o peor por haber perdido algún ser querido inexplicablemente de la mano de las mafias dueñas de este país, ya afuera las cosas no mejoran, desde el vía crucis del pésimo transporte público, calles infectadas de huecos, trabajos inútiles que nunca terminan, ligando que no te roben o te maten, hasta llegar a tu trabajo y pasar el día pendiente de algún aviso de donde hay leche o harina para pedir un permiso y salir como loco a ver si llegas a tiempo para comprar algo y que no te saquen un ojo en el intento, esa realidad para los jerarcas del régimen, montados en sus camionetotas y protegidos de guardaespaldas, no existe, la realidad de ellos es Tves, Tele Sur o Vive Tv.

Exigió la diputada Neidy Rosal al Gobierno decretar la emergencia portuaria, yo humildemente decretaría la emergencia del país.