domingo, 5 de junio de 2011

Puntos sobre las íes.

Puntos sobre las íes.
Ya los espacios para las absurdas y muchas veces risibles explicaciones sobre las constantes, molestas y recurrentes fallas en los servicios públicos están llegando a su etapa final, después de doce años montados en el coroto es literalmente desquiciante oír y ver cómo, con un desparpajo único, se intenta seguir creyéndonos totalmente una manada de pendejos sin remedio, dispuestos a aceptar cualquier explicación que nos den los próceres de la revolución como excusa a su supina incapacidad para resolver hasta el más insignificante problema que una comunidad pueda tener, pero ya no, se les acabo el tiempo de las mentiras y las promesas, es ahora la época de entregar cuentas, de decir donde están los reales que han manejado por sacos y sacos, de explicar de forma clara y transparente a donde fueron a parar los miles de millones entregados para iniciar obras, que salvo la primera piedra, jamás se iniciaron, nunca existieron y nadie está en estos momentos preso por haber defalcado a la nación.
Todos y cada uno de estos funcionarios que han dirigido este llamado proceso son directamente responsables de las situación por la que vivimos actualmente, unos que involucrados en las más altas esferas del poder, han transitado de ministerio en ministerio sin responder por el desastre de las empresas básicas, paralizadas y destruidas en sus estructuras, o de un sistema eléctrico nacional arrasado y peligrosamente llevado a tal nivel de desgaste que ninguno de nosotros imagina ni desea pagar las consecuencias de tamaña irresponsabilidad, y peor, el hoyo negro de una empresa petrolera agobiada por la ineficiencia y la improvisación de una gerencia absolutamente contraria al verdadero interés nacional, otros en cargos de elección popular sin respeto hacia el ciudadano, que conociendo situaciones y hechos que perjudican directamente al pueblo que los eligió, prefieren agachar la cabeza y quedarse callados mientras despojan a sus ciudadanos de lo que por derecho les pertenece y podría convertirse en el motor para el desarrollo económico de su región o municipio, dan declaraciones cargadas de odio y desprecio pero son incapaces de parárseles al poder nacional para exigirle por sus compatriotas, prefieren como el de Puerto Cabello, que los dineros del puerto se los lleven primero los de Caracas y después, en aras de una supuesta solidaridad internacional, regalárselos a los Cubanos, son luz para afuera y oscuridad para dentro, lo cierto es que tanto unos como otros no pueden escaparse de la rueda de la historia, que más temprano que tarde les pedirá explicaciones reales por sus actos y tendrán entonces que afrontar el juicio popular frente a quienes defraudaron de manera cínica y seguida.
Basta ya de tantos engaños, somos un país de enormes riquezas que han sido dilapidadas por una horda de fanáticos a los que únicamente les interesa su propio bienestar, ha sido tanta la plata que ha entrado en Venezuela que podríamos estar tapizados de autopistas, repletos de casas para todos, bañados en agua limpia y potable, alumbrados hasta los teque teque en cada uno de nuestros rincones, tener esperanzas ciertas y no muecas de sonrisas para tratar de aliviar las penas.
Somos los dueños de nuestro futuro, tú decides seguir con este tema o cambiar de verdad.

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