Es el turismo una actividad, que llevada como debe ser, se convierte en base principal de desarrollo para muchos países, elevando la calidad de vida de las comunidades de manera segura y sostenible en el tiempo, lamentablemente en Venezuela a pesar de contar con maravillas naturales de increíble belleza y abundancia no ha existido ningún gobierno, ni antes ni ahora, que se haya tomado en serio el impulso turístico y solo se han efectuado ostentosos anuncios en ferias de altísimos costos, que mayoritariamente se han quedado en el papel o en el mejor de los casos a medio terminar dentro de una marcada improvisación; con funcionarios que tan solo se dedican a pasear en yates y ofrecer incontables proyectos que nunca se harán realidad y al final a lo sumo construirán una chocitas en las playas y uno que otro toldo para calmar un poco los reclamos de la gente.
No es posible que se siga engañando de una manera tan cínica al pueblo, la industria del turismo no es solo reír y cantar, se requiere de políticas integrales que involucren a todos los factores de la sociedad, desde el gobierno nacional dando las directrices maestras luego de consultar de verdad a todos los actores, hasta las instancias publicas regionales y locales, sin embargo atropellando por la fuerza, a lo mero macho, con militares y grupos de choque que asaltaron y se robaron las instalaciones y equipos de lo que fue el SAEPTI para convertirlo en una especie de elefante rojo, sede de show mediáticos y monumento a la ilegalidad y al abuso, no es precisamente este el mejor ejemplo de querer ayudar a los porteños, no pana, hace falta pantalones para asumir con sinceridad la realidad y voluntad franca para trabajar en ideas conjuntas y realizables en favor de la sociedad como un todo, para ir avanzando hacia la creación de una infraestructura turística de óptimos servicios públicos, buenas carreteras y una seguridad ciudadana que no sea solo una cuestión de sensaciones.
Una ley de financiamiento turístico por si misma no soluciona absolutamente nada, se requiere muchos mas que eso y sobre todo no se hace de la noche a la mañana, el convertirse en un destino importante implica desde el convencimiento y preparación de la población en una cultura de servicio, pasando por el máximo aprovechamiento de los recursos de manera armónica, hasta la integración completa de las instancias gubernamentales en un solo fin y con un solo plan; es en definitiva hablarle claro a la gente y no estar pintando pajaritos preñados vistos desde la cómoda posición de las alturas del poder, frente a la enorme crisis que se nos avecina y para la cual no tenemos la mas minima defensa.
Es Puerto Cabello una ciudad portuaria, que se juega su futuro en el desarrollo de su muelle para beneficio del pueblo, de eso ha vivido esta ciudad por años y si bien es cierto que sentar las bases para lograr convertirse en un polo de atracción turística es necesario para diversificar la economía y aumentar los ingresos locales, se necesita tiempo y voluntades y en ningún caso debe servir de escudo para tapar la mansa entrega que han efectuado las autoridades locales de la casi única fuente de trabajo de todos y cada uno de los habitantes del puerto.
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