jueves, 12 de noviembre de 2009

Alo, alo, alo Presidente alo.

Alo, alo Presidente, alo.

Respóndales a los miles y miles de muertos a manos del hampa que a mala hora les toco vivir en Venezuela, otrora país de esperanza y gente amable dispuesta a ayudar al prójimo, donde una mano lavaba la otra y a pesar del innegable signo de los tiempos, se disfrutaba en familia y se trataba siempre de avanzar y mejorar en una continua lucha por convertir los deseos en metas que nos llevasen a ser mejores personas y contribuir con nuestro granito de arena a ensanchar una verdadera patria de ciudadanos libres y con igualdad de oportunidades, y no esta gigantesca mazmorra llena de impunidad y locura donde la gente buena sale todos los días a la calle rogándole a dios poder regresar junto a sus seres queridos a salvo a la casa, para intentar sobrevivir a las noches de tiroteo colectivo que los obliga a dormir en el suelo para evitar las balas de la interminable noches de ajuste de cuentas.
Contéstele a los miles de niños de la calle cuyos ojitos de ternura hace rato se perdieron entre las pegas, el trafico sexual y las incontables drogas que han pasado por su cuerpecitos ya marcados para siempre por las promesas incumplidas y una inocencia sustituida por la terrible realidad de haber llegado a este mundo solo a conocer sus miserias y fealdad, sin ninguna posibilidad de tener un halito de fe de una vida decente y un presente que trate de dignificar un poco todo lo perdido y no ese fardo de cinismo de niños de la patria que solo saben de pelear y matar para poder seguir deambulando sin rumbos fijo en una tierra que los olvido y aparto.
Dígale a ese pueblo que cada día tiene que salir a ganarse su sustento diario que le pagan por tener el salario mínimo más grande del mundo, que a pesar de no alcanzarle el dinero para cubrir sus necesidades básicas, de hacer interminables colas para cobrar esa misión que solo sirve como paliativo pero al final no soluciona nada, que eso no es lo importante, que eso es solo una cara mas del capitalismo salvaje y que lo que pasa es que a nosotros nos gusta comer mucho y por eso estamos muy gordos, y lo fundamental es el socialismo así andemos en trapos y sin comida, mientras se pudren miles de toneladas de alimentos en los muelles de Puerto Cabello que trajo para PDVAL uno de estos nuevos próceres revolucionarios que son en verdad quienes están bien obesos de real y poder.
Cuénteles a los millones de compatriotas que todos los días sufren el despelote de tener que lavarse como puedan y con lo que se pueda, de intentar no caerse en nuestras nuevas noches de penumbras, que todo eso es culpa de ellos mismos por bañarse mas de la cuenta y por querer paliar el calor con ese invento imperialista de los aires acondicionados, ni se les ocurra pensar que las verdaderas culpas la tiene un gobierno que luego de mas de once años en el poder solo se dedico a pelear, a pelear y a pelear y jamás trabajo por culminar las obras dejadas en marcha por la IV e iniciar un plan de gestión publica para la gente.
Finalmente, intente de una vez por todas ser sincero y dígale a ese pueblo que todavía confía en Ud. para donde quiere ir, once años mas de ensayo y error suenan muy duros para quien ha manejado recursos y poder sin ningún tipo de limite ni control y no ha podido cumplir sus promesas mas elementales.
Publicado en Notitarde la Costa, el 12/11/09.

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