La desesperación de Yasnerys es imposible de poder describir con palabras que siquiera se acerquen un poco a describir lo que esta viviendo esta mujer venezolana a quien sin miramientos de ningún tipo le fue arrancado de un solo balazo el preciado tesoro de tener un hijo, sus gritos de angustia son el reflejo de una escena, que muy a pesar de hacerse cotidiana en nuestro país, nos desgarra por dentro y nos ubican de golpe frente a la terrible realidad que vivimos día a día en cada una de nuestras comunidades, fue en Petare donde se le quito la vida a este niño de siete años pero no existe rincón ni paraje en nuestra geografía nacional donde podamos escondernos de este cáncer que corroe los cimientos de la sociedad y que se lleva por delante al que sea, sin importar su pensamiento político, clase social, ni color de piel, como fue el caso de Jairo, joven dirigente oficialista que fue asesinado, también este fin de semana, de tres disparos cuando llegaba a su casa en la Vega por unos delincuentes a quienes no les gusto la forma que en que los ¡miro!, y ojo todos sabemos que estos dos hechos se repiten cada vez mas en Venezuela, no son ni inventos, ni conjeturas, ni terror mediático, representan un verdad que amerita una reacción de todos, nos están matando como perros y nadie, nadie en las altas esferas del gobierno hace absolutamente nada para buscar soluciones reales, y solo se dedican a show para burlarse, amenazar y criminalizar a quienes todavía osamos quejarnos de la situación.
Saquemos cuentas sencillas compatriotas, de acuerdo al diputado de la Asamblea Nacional Juan José Mendoza, en nuestro país circulan la bicoca de aproximadamente entre 9 y 15 millones de armas, ¿cuantas de esas armas están en manos de las fuerzas policiales y militares? ¿Cuales esta legales? Y peor aun: ¿Cuál es la explicación para que el régimen siga comprando más y más armas? ¿Porque seguimos comprando armas en el extranjero que sabemos irremediablemente terminaran en manos de ladrones y atracadores? Repito el tema va mucho mas allá de cualquier consideración de índole partidista, los hechos cotidianos y las declaraciones de los mismos personeros del gobierno, imposible de tapar las cosas, requieren de respuestas serias, ya basta de las descalificaciones de los ministros y directores de los organismos responsables de la seguridad ciudadana, no es movilizando tanquetas y personal militar al Táchira para amedrentar al gobernador por ser de oposición que se va a resolver los miles y miles de muertos que cada año suceden en nuestra tierra, se requiera de posiciones honestas y desprovistas de tanta petulancia socialista.
La única sensación que sentimos en la actualidad es una mezcla de rabia e impotencia frente a tantos crímenes absurdos que le quitan la vida a tanta gente inocente cuyo único pecado fue vivir aquí, están acabando aceleradamente con nuestros niños, nuestra juventud y en fin con todos, así sean rojos, azules, amarillos o variopintos en una escalada de violencia que nunca antes habíamos tenido en Venezuela, donde el valor del ser humano prácticamente no existe, imponiéndose la cultura de la impunidad y del sálvese quien pueda pagar y rodearse de cientos de guardaespaldas y mirar de reojo al que queda tendido en el suelo mientras pasa la caravana de la muerte.
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