viernes, 1 de abril de 2011

La Calle.

La realidad de la calle.
Tratar de establecer a ciencia cierta quién dice la verdad sobre lo que realmente sucede en nuestro país no es tarea fácil, por un lado el inmenso poder mediático del régimen, usado a su total discreción, presenta una Venezuela mejor que Alicia en el país de las maravillas donde no existen mayores problemas, salvo aquellos producto de algún acto de sabotaje o de conspiración internacional encabezada por los gringos y sus secuaces, frente a las recurrentes crisis de la salud, vivienda, electricidad, etc; se responde siempre con la descalificación, insultos y en más de una ocasión hasta con juicios y cárcel por el solo hecho de dar una opinión que disguste a los funcionarios revolucionarios, del otro lado de la acera en más de una oportunidad se recurre a tremendismos o especulaciones que en nada ayudan a descubrir la real naturaleza de las cosas, se cae en el juego de las descalificaciones personales olvidando lo que verdaderamente preocupa al ciudadano de a pie, contribuyendo lamentablemente a desviar la atención sobre las necesidades y calamidades que a diario tienen que enfrentar todos los venezolanos en su lucha por tratar de sobrevivir de la mejor forma posible ante la inseguridad, la falta de empleo, la galopante inflación y la inmensa decepción de ver como transcurre el tiempo y aun sus carencias continúan siendo las mismas.
¿Cuál es entonces la verdad?, ¿Quién miente?, la calle nos ofrece las respuestas adecuadas a nuestras interrogantes, por ejemplo en su comunidad ese problema de falta de electricidad ¿está resuelto?, ¿se acabaron los apagones y las noches sin luz?, luego de estos doce años en el poder de los llamados socialistas ¿vive todavía arrimado?, ¿tuvo que meterse a ingeniero constructor y levantar un edificio de tres pisos para meter a toda la familia?, revise y piense un poco, recorra mentalmente su calle, su barrio o urbanización y acuérdese como estaba hace unos años atrás, ¿peor, igual o mejor?, pero ojo no se caiga a coba, el único que se va a meter el embuste es usted, dice un refrán que no hay peor ciego que aquel que se niega a ver, y yo agregaría: cada quien se mete su mente y cree lo que mejor le parezca, sin embargo, siempre va a chocar con la terrible fuerza de la realidad, esa que nos sacude y nos devuelve duramente a lo cotidiano, a nuestra verdad.
Lo cierto, reconózcalo, es que este grupo de “libertadores de la patria” están en deuda con los venezolanos, luego de cientos y cientos de promesas vuelven de nuevo con las mismas pero disfrazadas con nombres más rimbombantes para hacerla parecer diferentes, se ofrece villas y castillos y otra vez abren el chorro del gobierno para comprar conciencias y seguir en el mismo macan del engaño y el cinismo, no sigamos llamándonos a la mentira, mucho mas allá de lo que se pueda decir esta la calle, esa que recorremos a diario y que habla a gritos de la desidia y el olvido de todos y cada uno de estos burócratas revolucionarios, porque ninguno tiene real interés en el pueblo que lo eligió, siguen ciegamente las ordenes del poder central y aunque estas vayan en perjuicio de su gente jamás alzaran la voz para defenderlos, para pelear por lo sustancial, aquello que realmente pueda garantizar una mejor calidad de vida para todos por igual.

Publicado en el Diario Notitarde la Costa el 31/03/2011.