sábado, 29 de octubre de 2016

#Venezuela : Soberanía o Capitulación.

Existe un sentimiento que cada día cobra más fuerza, se ha venido manifestando de diversas formas desde hace un buen tiempo, sin embargo, es desde la marcha del 1S, que se ha incrementado exponencialmente: Cuando parece que estamos más cerca de lograr el quiebre del régimen, salta un “sorpresa” que lo frena, un anuncio que lo para o un “dialogo que lo adormece. Les puedo asegurar que nada de esto es casual y solo si no logramos entender, interiorizar y presionar para que el rumbo sea el cambio real, el que la gran mayoría procura y el que todos aspiramos, nos esperan decepciones profundas sobre los próximos acontecimientos.
Me voy a los hechos, no quiero distraerme en consideraciones, esas se las dejo a ustedes, luego de la jugada que anulo la recolección del 20% de voluntades para el Referéndum, la alianza opositora dio una adecuada muestra de cohesión y de contundencia, para procurar un desenlace constitucional a esta profunda crisis, pero casi de inmediato, y según a espaldas de varios, se anunció el inicio de un gran acuerdo nacional para un dialogo, se armó el zafarrancho, que si tú, que si yo, que si el otro, al final “aparentemente” se retomó la línea inicial, se salió nuevamente a la calle y se acordó la ruta de un paro cívico, un juicio político y una marcha a Miraflores. Ah, pero sorpresa, ahora de nuevo sale el dialogo, en Margarita, en Caracas, donde sea, con los mismos del lunes, con casi todos diciendo, que bueno, aquí está el Vaticano, que hablemos, total la lucha sigue, que si el chicle y caminar, al final van y con una agenda que solo ellos conocen, azucaa mi pueblo.
Aquí quiero pararme, debemos tener clarito que este minestrón socialista fue un proyecto continental, con hondas repercusiones en Cuba que, sin los petrodólares venezolanos, todavía hoy en día, simplemente colapsaría, ¿Creen ustedes de verdad, que Zapatero y compañía actúan por su cuenta? Los gringos, el Vaticano y las democracias europeas pueden, y tienen grandes diferencias, pero coinciden todas en la “Realpolitik”. Estados Unidos no va a permitir un nuevo Marielito y nuestros vecinos están seriamente preocupados que aquí todo se vaya al demonio, y la crisis venezolana adquiera niveles catastróficos, por eso convergen sus intereses, por eso presionan para que se dé un cambio gradual, por eso las idas y venidas de la oposición, que el resto de los mortales en Venezuela no entendemos.
A la corrupta, básica y prehistórica cúpula del régimen le sabe a ñoña este país, pero reconocen, que están hasta los tuétanos de delitos en extremos graves y no quieren terminar como otros que ya conocemos, por eso abusan, gritan, reprimen y amenazan a diario, es su manera de indicar que, o se hacen las cosas con las condiciones que ellos están pidiendo, o que todos se atengan a las consecuencias, no le busquemos más vueltas, por vulgar y elemental que parezca, a esto es a lo que nos enfrentamos, somos nosotros lo que debemos decidir el futuro que anhelamos, no es Madrid, ni Roma, ni Washington.
Se los dije al principio, que les coloco los hechos, siempre se ha demostrado, que puedes hacerte el loco un rato frente a una realidad que no quieres ver, incluso, en algunas ocasiones logran correr la arruga, aquí tenemos 18 años en este drama, que ha comenzado a convertirse en una tragedia nacional, cambiar todo para no cambiar nada, nos conducirá sin lugar a dudas a años de inestabilidad y crisis cada vez peores, quienes han postrado a este país, lo han sumido en este hueco infernal, arruinando el presente y el porvenir de todos, no pueden quedar impunes, mucho menos pretender seguir controlando cuotas de poder por capitulaciones indecorosas, les toca ser juzgados, ahora si, por el veredicto popular, en estricto apego a las leyes y a nuestra Constitución.
Toca a cada uno de nosotros ejercer el poder ciudadano, a no dejarnos llevar por nada ni por nadie a escenarios que lamentaremos por mucho tiempo, debemos presionar a quienes dirigen este proceso a tener claridad, honestidad y que entiendan de una vez por todas que buscamos un cambio de modelo, no un cambio de gobierno. Devolverle a Venezuela la democracia y la libertad en el marco constitucional.

lunes, 17 de octubre de 2016

Enfermos y entrampados.

Hace poco recibí la llamada de un gran amigo, le había enviado uno de mis artículos y me preguntaba: ¡¡Si valía la pena leerlo!! Me quede en una pieza, le dije que me explicara, porque ciertamente no entendía, total con no abrir el enlace era suficiente, un tanto alterado me indicaba que estaba cansado de tanta critica, de que todo fueran cosas malas y que él había estado ese fin de semana, con un “inversionista” al que todo le parecía maravilloso y estaba dispuesto a apostarlo todo por Venezuela, para hacer corto el cuento, al final lo felicite a él y a su amigo por tantas cosas buenas y me comprometí a no molestarlo más con tanta realidad, total cada quien asume la crisis a su manera y con sus herramientas.
Me fui a caminar, quería reflexionar un poco sobre todo este pandemónium, en el camino me fui consiguiendo con otros amigos, todos con su lamento diario de lo que atravesamos, algunos con mucha desesperación y cansancio, otros con una rabia que los hacían tener las posturas más radicales posibles, varios con una peligrosa resignación ante lo aparentemente imposible de cambiar y en la ruta, colas en un chino para comprar un kilo de harina pan y otro de pasta, niños y adultos como hormigas en las filas para comprar pan pidiendo lo que sea, a las puertas de las farmacias personas desencajadas por la medicina que no hay, decidí entonces terminar el recorrido, ya era suficiente de tanto Disney World por ese día.
Claro que existe una Venezuela que todavía se rebela ante tanta miseria, que lucha a diario por mantener la cordura y la sanidad mental, que intenta conseguir aperturas para lograr sonreír y poder tener espacios de disfrute, que abraza a los suyos en procura de ratos entre la familia y los amigos, pero que al mismo tiempo, entiende la gravedad de lo que estamos pasando y de la necesidad de asumir el compromiso, de buscar salidas constitucionales y democráticas, antes de que a todo esto se lo lleve el diablo y aunque algunos no lo crean, terminemos en situaciones mucho peores que esta.
Estamos frente a un régimen enfermo de poder, para quienes las palabras democracia, libertad, derechos solo son usadas para justificar su supuesta verdad histórica, lo demás para ellos, es paja, rebelión y conspiración, su vocabulario y acciones ratifican su enorme desprecio por lo que en apariencia defienden, violan impúdicamente la Constitución pero se desgarran las vestiduras acusando a los demás de eso, inventan delitos, arman expedientes ficticios, inutilizan a la Asamblea Nacional, despachan alcaldes incomodos, en definitiva hacen lo que les da la gana, cuando y como quieren, el único marco que respetan, es cualquiera que les permita mantenerse gobernando a como sea.
Y lucimos entrampados, a la direccionalidad política de la alternativa democrática, le hace falta una buena dosis de humildad, de cohesión orgánica y de sentido de Estado, necesitan tener respeto por quienes pensamos diferente, realizando reales y verdaderos procesos de inclusión a la toma de decisiones, no esas fotos de algunos, que solo quedan para las redes, pero también requieren de practicar conexión interna en serio, sin que unos pocos siempre avasallen a los demás y finalmente responsabilidad de tener un programa, unas bases para iniciar cambios estructurales en el país y no esa suerte de comparsa de candidatos a gobernadores y alcaldes, totalmente divorciada de la realidad actual.
Queremos recuperar nuestro derecho a la vida, a que cada quien disfrute y decida lo que más le conviene, que tu trabajo te permita tener una existencia decente, a la posibilidad de soñar con mejores tiempos, a que los políticos salgan de los espacios en donde nunca debieron estar, pero primero debemos salir de este profundo hueco, sanarnos de esta enfermedad y definir con criterio y seriedad como avanzar ante este entrampamiento, así de sencillo.

viernes, 7 de octubre de 2016

Derecho a la vida

Son muchísimas las consecuencias de estos catastróficos 18 años de “proceso revolucionario”, una gran parte de estas, las vivimos todos los días, otras por el contrario no las reconocemos, la dramática forma en la que tratamos de sobrevivir, hace que perdamos las perspectivas de lo transcendental por encima de lo urgente, y no es para menos, la lucha por el pan diario, por la imperiosa medicina o por llegar vivos al final de la jornada, ocupa prácticamente todo nuestro espacio, no queda fuerza, ni física ni mental para procurar más, son tiempos de respirar, de vaina.
Siento que vivimos un profundo quiebre, de nuestros valores, de nuestra forma de vida, de la manera como se ha ido desmembrando la familia venezolana dentro de una sociedad cada vez más caótica, individualista y tremendamente oportunista, pero también existe un divorcio enorme entre la gran mayoría de quienes habitamos este país y la clase política en general, hoy el oficialismo ha quedado reducido a los tradicionales revanchistas de izquierda, a los enchufados, a la elite boliburguesa y a una masa tristemente aprovechada por su ignorancia, su irresponsabilidad en tratar de buscar salidas a esta honda crisis, solo es comparada con su criminal insistencia en llevarnos a callejones sin salida, cuyas consecuencias pagaríamos por muchos años en Venezuela.
Los demócratas, o quienes dicen serlos, tampoco escapan a esta ruptura ante la realidad, frente a los escenarios que se vienen planteando, en lugar de privilegiar el acompañamiento y la lucha social como agenda fundamental, se escogió una ruta exclusivamente política, lo que ha pasado es que el régimen en su infinito empeño de conservar el poder, ha logrado que a pesar de los errores cometidos por la alternativa democrática, cada día la gente en su desesperación, simplemente, esté dispuesta a salir de esto con quien considere puede hacerlo, el Marketing político ciertamente ha sido exitoso, pero ese posicionamiento no es ni definitivo ni al final garantiza un cambio real.
Yo ahora voy por mas, ya ni siquiera es un tema de crisis social, nuestra realidad es mucho más simple y al mismo tiempo mucho más humana, vivimos el drama de procurar y lograr el derecho más básico de todo ser humano, el derecho a la vida. Vida que nos roban en cada esquina, en cualquier rincón o cualquier carretera, a la hora que sea y el día que sea, dentro de la casa, en una iglesia o en una licorería, jugando o trabajando, no tenemos espacios en los que medianamente nos sintamos más o menos seguros, deambulamos por un país cargados miedos y con el temor constante de ser arrancados de esta tierra en un segundo, sin estar caminando por zonas de guerra.
El tema final no se resuelve con un “Maduro Renuncia” o un vete ya, pero tampoco con un referéndum revocatorio, aquí lo que nos jugamos es nuestro derecho a la vida, no solo a la básica, a la física, también a la calidad, la de la mejor educación, la de la cultura, la de la convivencia, es intentar cambiar este nefasto modelo por medio de la lucha social, a través del escenario político que establezca una clara agenda que contemple las bases para un gran acuerdo nacional, un gobierno de transición y una asamblea constituyente. Ninguna acción a corto plazo resolverá la espantosa crisis estructural que atravesamos, o nos ponemos de acuerdo para lograr cambios reales y duraderos en el tiempo o por mucho tiempo seguiremos imbuidos en continuas y cíclicas inestabilidades sociales, políticas y económicas.