domingo, 25 de enero de 2015

La Economía pasa su factura.

Empecemos por el principio: ¿Estamos o no en una crisis económica?, aquí empieza el eterno debate de las posiciones de los teóricos de la economía, por un lado y de quienes intentamos profundizar mucho más allá de los “indicadores macroeconómicos”, cuando revisas cifras como el PIB, deuda pública, inflación, liquidez, empleo, etc.; en muchas ocasiones estas presentan valores que por sí solos no te dicen realmente nada y que pueden esconder lo que físicamente está sucediendo, generando una falsa sensación de que existe un adecuado desenvolvimiento de las estructuras en general.
En Venezuela hemos sido testigos, como inclusive, se ha llegado al término de manipular muchos índices, tratando de tapar el sol con un dedo, sin embargo, la realidad se ha encargado de desnudar efectivamente lo que pasa, claro, no cabe duda de que debemos estudiar y observar estadísticamente los números que nos arrojan análisis y estudios, pero debemos ir mucho más allá y escarbar el detalle, para poder lograr tener el panorama completo.
Consideran el gobierno que aquí solo hay que “gobernar a la economía” tienen en su más supina ignorancia una actuación que raya en lo criminal, han desperdiciado 15 años de una bonanza petrolera jamás vista en nuestro país, se han inventado decenas de planes y hoy más de la mitad del parque industrial desapareció, expropiaron cientos de empresas, de todos los tipos y tamaños, pero son incapaces de suplir a la población de productos básicos como la harina de maíz, el azúcar, el aceite, el papel higiénico, ni siquiera nos abastecemos de café, producto que exportábamos en grandes cantidades.
En conclusión, hay una importante crisis económica en nuestro país, a eso no es necesario buscarle 5 patas, y fue generada por políticas enmarcadas en un intento de instaurar un modelo de economía centralizada y estatizada completamente fracasado, la acelerada destrucción del aparato productivo privado demuestra claramente por donde siempre vinieron los tiros, se privilegió experimentos de comunas y cooperativas, cargados de una profunda imposición ideológica, que trajo como consecuencia corrupción y despilfarro como nunca habíamos visto.
Tenemos que estar claros que no se trata de modificar o flexibilizar tal o cual control, que haya sido instaurado por el gobierno durante estos 15 años en el poder, es el modelo el que fracaso y no existe salida de la crisis sino se cambia, tu puedes, ciertamente, mantener el actual estado de cosas y paliar las crisis con pañitos calientes, o peor, terminar de entregarnos a las trasnacionales estatales o privadas, Venezuela cuenta con recursos suficientes para correr la arruga, el problema es el gigantesco daño que se le seguiría haciendo a la economía y que en algún momento llegara a su explosión.
Y es que más allá de los números, la realidad estalla violentamente en los bolsillos de los más pobres, porque no solo es el tema de la comida y de los servicios básicos para medio vivir, está la dramática crisis de la salud, si apenas puedes comer, indudablemente enfermarse te puede resultan en extremo difícil de manejar y en algunos casos llegar hasta la muerte, no es tremendismo, en los barrios esa realidad golpea constantemente la puerta.
De tal forma amigos, que afrontamos una crisis de proporciones cardinales, con consecuencias que tienden a ser cada día más duras, y esto lamentablemente frente a un gobierno que no termina de entender que fueron elegidos para gobernar por el bien común de todos y no para cumplir las fantasías ideológicas de quienes tienen el poder, debe darse una rectificación urgente para poder iniciar un proceso de recuperación y bienestar, en caso contrario veremos cómo se agudizara la crisis y nuestra calidad de vida será cada vez peor.

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