viernes, 22 de agosto de 2014

Alcabalas de hipoteca.

Cuando la economía comienza a ser noticia diaria, cuando se habla en cada esquina, en cada cola, en cuanta reunión estemos y adondequiera que nos movamos dentro de nuestro territorio, definitivamente es que las cosas no van bien, porque cuando un país transita por estabilidad en sus cuentas, muy rara vez sus titulares son económicos.
Fíjense que el Presidente habla, que no hay apuro con lo del aumento de la gasolina, inclusive se explaya diciendo ¡que tiene!, ¡madre mía!, suficiente plata para manejar las necesidades del país y convoca a realizar una especie de "consulta" para decidir al respecto; sin embargo, su vice económico y zar petrolero dice lo contrario, urge aumentar el combustible, claro, el hombre piensa en la caja, mientras Nicolás recapacita en la caja, pero en la electoral y en las consecuencias sociales y políticas de la medida, por eso busca que nosotros nos matemos solitos como Chacumbele.
También van a liquidar, vender o rematar a Citgo, como ustedes prefieran llamarlo; yo particularmente pienso que indistintamente del nombre que le demos, lo cierto es que al final habremos entregado un activo productivo y que nos garantizaba la colocación de petróleo en el extranjero a precio internacional y en efectivo, algo que nadie en su sano juicio haría, lo que nos indica que el tamaño del hueco fiscal es enorme y se necesita taparlo con urgencia.
Llegamos entonces a nuestra primera alcabala hipotecaria. ¿Qué van a hacer con los ingresos de esas operaciones?
De la gasolina ya lo sabemos, o por lo menos así lo dijo nada más y nada menos que el primer mandatario nacional, creará un fondo social y lo distribuirá en gasto y más gasto; en lo absoluto se habla de inversiones que generen ingresos adicionales, por ningún lado se ve intención de diversificar nuestra economía, es como que usted aumente sus entradas y en lugar de buscar hacer buenos negocios con esos reales, se dedique a gastarlos mes a mes, al final estará peor que cuando empezó.
Con Citgo pasa algo similar, con el agravante de que es muy difícil que nos enteremos de la cifra real con la que pacten la venta y evidentemente no tendremos ni idea de a dónde van a parar los dólares de la transacción, adicionalmente habremos liquidado un activo de importancia capital para nuestros intereses como nación.
Pero esta alcabala hipotecaria no se queda aquí. ¿Se acuerdan de Giordani y Betancourt cuando admitieron que entre 25 y 30 millardos de dólares se esfumaron por arte de magia?
¡Ah, bueno!, entre 2012 y 2013 Cadivi aprobó y liquidó 977 millones de dólares para implementos agrícolas, resulta que en situación de grave desabastecimiento, con importar 140 millones anualmente de dichos equipos, podríamos atender tranquilamente la circunstancia, pero en dos años nos trajimos lo que se necesita para 7 años, o nos faltó importar tierra o en algún galpón están toneladas y toneladas de maquinaria.
No es cuento, señores, 30 mil millones de dólares no son cualquier cosa, el ejemplo de los implementos agrícolas es apenas la punta de un iceberg de proporciones catastróficas para todos nosotros, porque tan solo sabemos de ese año por la indiscreción de estos dos altos funcionarios, pero no podemos olvidar que el control de cambios tiene más de 11 años y si algo es oscuro en este gobierno son las cuentas públicas.
Hay una alcabala hipotecaria que sin lugar a dudas supera con creces a las anteriores, acertaron, me refiero a los acuerdos con China de dólares por petróleo, dentro de dos años tenemos que destinar 1 millón de barriles diarios de lo que produzcamos a pagar la deuda con los chinos, préstamos que se han diluido entre la corrupción y la ineficiencia, ni siquiera el bendito tren está listo, pero ya hay una generación hipotecada.

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