lunes, 14 de abril de 2014

Encrucijadas.

Encrucijadas.
He manifestado que estoy completamente convencido que lo que se ha iniciado en Venezuela no tiene vuelta atrás, y es así no porque cuatro habladores de pendejadas lo digamos, no en lo absoluto, simplemente y llanamente el modelo fracaso rotundamente, no ha podido resolver, luego de más de 15 años en el poder, los problemas básicos de las mayorías y el camino que se empeñan en seguir profundizara la crisis en todos sus niveles.
Ahora aclaremos que no estamos hablando de que esto esté listo, los procesos de cambios sociales y políticos van elaborando su propia agenda en la medida que las circunstancias y los hechos van desarrollándose, en muchos casos desesperos y posiciones adelantadas han permitido que las cosas se alarguen, dándole nuevos oxígenos a regímenes en franca decadencia, igualmente trastiendas y traiciones juegan su papel de aguante en estos procesos, infiltrados en la calle y en las mesas, enredan en un mar de confusiones lo que realmente está sucediendo en el conflicto, lo cierto es que sin una direccionalidad clara, comprometida, unificada y decididamente democrática, se corre el riesgo de fracasar en el intento.
Ciertamente desde el 12F se ha dado un importante e inédito movimiento de masas en nuestro país, importantes y masivas concentraciones han recorrido todo el territorio, sectores populares incorporados en esta lucha dan un ingrediente de avanzada cardinal, pero nada ha sido coser y cantar, 40 muertes a manos de una brutal represión, ha originado respuestas adecuadas de diversos sectores de la población, barricadas y guarimbas se han desarrollado como legítima defensa ante la barbarie del gobierno, es público y notorio los desmanes de unos órganos policiales, que sin mediar ningún basamento legal y en desproporcionada acción, han originado miles de detenidos sumarialmente, invadido propiedades e inclusive destruir bienes privados como lo demuestran decenas de videos en la red, molotov, piedras y miguelitos contra tanques, balas, metras y 500 bombas lacrimógenas por hora es definitivamente una batalla en completa desigualdad de condiciones.
Ahora bien sin quitar la razón de quienes insisten en mantenerse a como sea, debemos sincerarnos, establecer clara y serenamente que nuestra lucha es democrática y constitucional para poder entender los pasos que debemos seguir, sentarse en una mesa de negociación con el gobierno en absoluto significa entreguismo ni nada parecido, entendiendo el proceso de dialogo como un paso, donde no se están entregando nada a nadie y muy por el contrario se empiezan a dar pasos necesarios para poder devolverle a Venezuela su talante democrático, los gritos destemplados y las descalificaciones sin argumentos reales, en poco va a ayudar a que logremos la meta en las que estamos de acuerdo, es hora de la resistencia con sentido y objetivos perfectamente delineados.
Pero ojo, los términos de dicho dialogo irremediablemente tienen que estar totalmente claros y trasparentes, la liberación de todos los presos políticos, la anulación inmediata de procesos a María Corina, estudiantes y alcaldes, cese de la represión, castigo a los asesinos, nombramientos de poderes públicos equilibrados, serian bases fundamentales para poder sentarse a conversar.
A quien le parezca come flor lo anterior, que recuerde como en el pasado, por pretender arrasar con todo, se terminó peor que como se estaba antes, toca tener mucha cabeza fría en estos momentos para lograr lo que tanto dolor y desgracia ha costado, no podemos permitir que por rabias, por legitimas que sean, perdamos nuevamente la oportunidad de iniciar una verdadera transformación de nuestro país, nada va a ser ni fácil ni inmediato y debemos ser los garantes de que todo se dé transparentemente.
Publicado en www.notitarde.com el jueves 10 de Abril.

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