jueves, 26 de enero de 2012

Mis artículos en Notitarde

El espíritu del 23
La caída del régimen dictatorial de Pérez Jiménez fue fraguado al calor de la lucha que a lo largo y ancho de nuestra patria se fue desarrollando a través de los años entre diferentes actores políticos, sociales, estudiantiles y militares, era una unidad afectiva frente al enemigo común que secuestro todas y cada una de las libertades democráticas de los venezolanos, no respondía a directrices ni a cálculos de ningún cenáculo cerrado, mucho menos a apetencias personales de poder de nadie, al contrario era la fuerza de la convicción de quienes sabían cómo se batía el cobre, de quienes en carne propia sufrían y padecían a diario las persecuciones, amenazas, torturas y destierro tan solo por pensar diferente al régimen, ahí bajo el calor de la realidad diaria, de los sufrimientos y sin sabores pero también de los sueños y la esperanza de lograr un futuro mejor, fue que se consolido el espíritu del 23, nacía dentro de los corazones de esos valientes hombre y mujeres apegados a su terruño, el verdadero sentimiento de unidad para lograr el triunfo y avanzar hacia tiempos mejores.
Ese poderoso movimiento fue lamentablemente secuestrado por quienes desde el principio buscaron ponerle freno a las ansias de democracia plena que se tenían, nació un pacto, que a pesar de muchos de los logros que en los primeros años se construyeron en la llamada democracia representativa, no convoco a todos por igual y con el paso del tiempo fueron cada vez alejándose mas y mas del pueblo que decían representar, no entendían que el poder es un préstamo que otorga el soberano para cumplir un mandato y no un cheque en blanco para hacer y deshacer en su nombre, los arropo la codicia y la corrupción que carcomía de a poco las instituciones del Estado, se creyeron que repartiendo dadivas mantendrían el poder por encima de todo, dejaron de escuchar y se dedicaron a acumular riqueza, en muchos casos mal habida, y a pesar de que fueron surgiendo voces críticas que alertaban lo peligroso de la situación, tratando de poder influir en cambios radicales para enderezar la marcha y rescatar el rumbo perdido, hicieron caso omiso y siguieron con el festín que permitió la llegada de este mesías que luego de más de trece años en poder a postrado a la nación en el atraso y las crisis permanentes, pretendiendo devolvernos a los siglos de las montoneras y las peleas fratricidas entre hermanos.
Hablo entonces del real espíritu del 23, ese que está en el alma de cada uno de los que luchamos y creemos por una forma diferente de hacer la política, de los que visualizamos un país de oportunidades para todos por igual porque a todos se les atiende y se les da las mismas herramientas por igual, de los que sin ser pendejos no podemos aceptar que la corrupción, el matraqueo y la bajada de la mula sea la forma de gobernar, de los que aprendiendo de los errores del pasado ponemos la vista al frente y trabajamos por un futuro cierto, de los que hemos aprendido a vernos dentro de nuestras diferencias y colocamos el bien mayor por encima de intereses mezquinos y personales pero al mismo tiempo procuramos la mejor educación para que todo el que lo quiera, tenga la posibilidad de mejorar su situación por sus propios medios, por sus propios méritos y conquiste para él y los suyos la mejor Venezuela.

jueves, 5 de enero de 2012

Mis articulos en Notitarde.

Ciudad en caos
Solo recuerdos van quedando de nuestra bien amada Ciudad cordial de Venezuela, no se necesita mucho tiempo para darse cuenta de el gigantesco caos en que se ha convertido Puerto Cabello mientras las autoridades municipales se dedican a disfrazar algunas plazas y redomas de las manera más burda y chabacana quitándole majestad a monumentos históricos en nombre de un circo muy mal montado.
Los gandoleros y sus gandolas ocupan el primer lugar en esta especie de top ten de la anarquía, no existe espacio que sea respetado por estos conductores que creyendo que manejan un triciclo van a altas velocidades apartando por la buenas o por las malas a quien ose ponérseles enfrente, hacen no doble, sino triple y hasta cuádruple fila en la autopista impidiendo el flujo normal de vehículos, trancando vías de acceso, salidas o entradas que generan enormes colas diarias, los fines de semana se dedican a sacar los cachivaches que de broma pueden mantenerse circulando, destartalados y oxidados representan un peligro de salubridad pública, son una especie de virus montado sobre ruedas que en definitiva son los dueños de las carreteras, nadie en su sano juicio discute o intenta hacerlos entrar en razón y a los municipales y guardias parece que les son completamente invisibles.
Los motorizados y sus montos van muy de cerca en este segundo lugar, si manejaran vehículos más grandes serian más peligrosos, nadie sabe como lo hacen pero en fracciones de segundos los tienes por la derecha, por la izquierda, arriba, abajo, por los aires o bajo de la tierra, eso si siempre con alguna frase bonita que irremediablemente te va a recordar a tus progenitores, los flechados no se hicieron para ellos, me imagino que representan una especie de señal que no logran entender en su total plenitud y si por casualidad te consigues con ellos cuando van hablando por celular corre papá que lo que viene es joropo, si alguno se estampilla en tu carro a rogar a dios, en menos de lo que canta un gallo estas rodeado de por los menos unos 100 entre conductores y parrilleros, quienes con cara de pocos amigos te van hacer pedir con vehemencia la presencia de algún fiscal, aunque honestamente nunca se sabe si es peor el remedio que la enfermedad.
Los taxistas y sus carros, también los hay con motos, representan una de esas raras transformaciones humanas, son como el otro yo del Doctor Jekill, el señor Hyde, ¿se acuerdan del cuento?, en líneas generales son personas amorosas, buenos padres o madres, serviciales en su casa o fuera de ella pero se convierten en verdaderos demonios cuando se ponen detrás de un volante, los asalta el daltonismo, no distinguen color alguno y van como monos saltando de semáforos en semáforos, comiendo cuanta flecha consigan, se atraviesan sin ton ni son y ni se te ocurra decirles algo, tienen un exagerado gusto por las vueltas en U, en zeta o en lo que sea con tal de poder avanzar una 32 microsegundos en una cola, les encanta ser tratados como servicio público pero trabajan cuando quieren y donde quieren, ciertamente son una clase de conductor digna de estudiar.
En una semana en el puerto cualquier persona podrá verificar lo que digo, nos hemos convertido en una caos vehicular de altas proporciones mientras las autoridades competentes brillan por su ausencia socialista.

martes, 3 de enero de 2012

Mis artículos en Notitarde.

Mi utopía.
Falta muy poco para terminar lo que conocemos como el año 2011, fueron 365 días donde, sin lugar a dudas, seguimos experimentando ese vértigo que nos ha impuesto el régimen hace ya 13 años de vaivenes de todo tipo, ciertamente si de algo no nos podemos quejar es que estos últimos tiempos hayan sido aburridos, muy por el contrario este país jamás había conocido un sistema de gobierno tan prolijo en mantener a muy buena parte de la población en una constante expectativa sobre lo que se hace o se deja de hacer, sobre la nueva expropiación que se le va ocurrir, pendiente de si aparece o no el líder máximo y por consiguiente empezar a sacar conclusiones de acuerdo a lo que nos dijo el tío o el primo que con el ministro tal o cual tiene las ultimas y verdaderas noticias de lo que pasa, parecemos en definitiva uno de esos trenes balas del Japón a trescientos mil por hora, en plena bajada de tazón, sin frenos y con un chofer lo más parecido a Homero, pero no el poeta y rapsoda griego antiguo, al que tradicionalmente se le atribuye la autoría de las principales poesías épicas griegas: la Ilíada y la Odisea; más bien al protagonista de la famosa serie de televisión gringa Los Simpson quien ha logrado desbaratar cualquier cosa que se proponga.
La presencia del régimen y su accionar es cada vez mayor, se busca tener control sobre cada uno de los aspectos de nuestra vida, ya sin importar la operadora de celular que poseamos nos llegan mensajes del líder y otros, hacia donde volteemos la mirada esta alguna valla, mensaje, pinta, grafiti o plasma que nos habla de las inmensas bondades de este socialismo comunal, la idea parece ser ahogarnos hasta no dejarnos pensar ni ver en realidad lo que pasa y hacia donde caminamos, muchos se refugian en la indiferencia y la apatía como mecanismo de escape, otros al contrario radicalizan aun mas sus posiciones y no se dan tregua ni descanso mental o físico en su lucha diaria, otros tratamos de mantener la sindéresis los mas que podamos, entendiendo que lo que está en juego es el futuro de una nación que nos está en guerra con nadie y donde sus ciudadanos deben aprender a vivir en paz y armonía.
El reto que tenemos por delante en lo absoluto es sencillo, tratar de mantener el camino de la democracia frente a quienes han hecho de la agresión, la mentira y la manipulación su pan de cada día no es una tarea fácil, en muchas oportunidades las acciones de los que están al frente de las instituciones del Estado se sienten destinadas a incentivar un clima de pugnacidad y constante pelea, no parece existir sentido formal de gobierno y se termina actuando como una montonera dispuesta a utilizar lo que sea con tal de mantener el poder, las consecuencias de tales actuaciones no está en su léxico y tomando partido de manera vulgar se parcializa la justicia y se incentiva la ilegalidad dando rienda suelta a la violación constante y persistente de nuestra Constitución.
Los deseos no empreñan, las buenas intenciones, no tienen, en muchas oportunidades, posibilidad de lograrse sino van ligadas a la acción y decisión ciudadana, sin embargo el compromiso mayor requiere creer en la Utopía de poder cambiar en democracia y libertad, nos queda una ruta dura y peligrosa donde solo con la unidad afectiva venceremos. Por un mejor 2012.